En todos sus lavabos a todas horas hay gente dispuesta a dar y recibir lo que haga falta, los lavabos de la planta baja son mayores y están más concurridos, los de la planta de arriba, en el otro extremo de la estación son más pequeños pero también se encuentra gente, principalmente haciendo la ruta entre unos y otros lavabos. Hay gente de todas las edades, de paso y habituales. Interesante porque va bastante gente joven de viaje y de una residencia de estudiantes cercana.